miércoles

1969

-I-

una tela de raso blanco es la nieve en la explanada del teatro nacional/
pero eso tampoco los conmueve
es necesario que del mazo de naipes caiga la dama
de piques/
un relámpago ilumina el bosque
pero igual
se impone el oscuro/
un estremecimiento recorre cada una de las mesas de madera de cedro/
uno/ a uno/ empinan/ las jarras/
de cerveza negra en la taberna del buey negro/ sorben/
las especiadas maltas negras de moravia

oscura/ una sombra/ se escurre en el callejón de loretanske namiesty

-II-

con una antorcha de bronce la mujer
de bronce cabalga el cuerpo
de bronce de un felino/
que tensa la musculatura frente a la renegrida torre
parece
buscar
en medio de la noche

perdida
por los pasadizos de la iglesia del niño jesús de praga la niña
vaga
perdida
entre las cajas sucias de fruta del trópico
donde se guardan los huesos de los monjes muertos
perdida
la niña se sienta en una piedra
el eco devuelve su voz temblorosa/ no se anima a llamar más fuerte
parpadea la única
lámpara
de luz
amenazante

-III-

las piedras de hielo revientan contra el pavimento de libeñ/
confirman el invierno/ se van agrupando/ crujen
como arenisca sobre un vidrio pulido/
resbala
quien quiera atravesarlas
paciente
el transeúnte espera
en el interior de una iglesia
cuando sale
la calle está cubierta por un manto de nieve
parece una inocente postal de navidad
los faroles amarillos sembrando el trayecto con delicados conos
de claridad/
pero debajo
de ese manto grácil
la arenisca de hielo cruje
como reflejo
del lejano paso de una división acorazada
cruje y aguarda
ya callada
la arenisca
en el interior del manto

(El enero checo silencia la Primavera de Praga)

Pulse aquí­ para leer el siguiente poema