1963
todo sobra menos la hora que falta para verla partirpor la explanada del teatro nacional
sin que pueda evitar la tentación del melodrama
no se cansa
de mirar el relieve de su rostro
una gema hecha polvo para que nadie más la mire
vertida
por el lado incauto del reloj de arena
-en cada golpe de tiempo que pasa
lo inexorable de la noche le roba una parte de ella-
es la tarde de la entrada triunfal de valentina tereshkova
pero eso no es importante para ellos
no los convoca otra cosa que el ritual de la mirada
y la palabra/
como si fuera un decorado
por la avenida del café slavia
vieron pasar el entusiasmo sin que les rozara el fervor
de la presagiada conquista del espacio
aunque ahora finjan indiferencia
deben atesorar con cuidado el brillo de la que será
años más tarde
la antigua cosmonauta/
a valentina tereshkova le deberán la única posibilidad de sobrevida de
esa tarde
único recuerdo cuando se vaya borrando el recuerdo
de lo que se dijeron en la mesa del slavia
porque no hay materia
(Valentina Tereshkova, primera mujer en el espacio, pasa por Praga) Pulse aquí para leer el siguiente poema
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