miércoles

1964

las vías no mienten
es allí el lugar al que debía dirigirse
un pasadizo mal iluminado
tres tarros de basura/ un patio
al aire libre y tras la primera puerta
cubierta la piel apenas por un manto esperan
el deseado
momento
de besar las plantas del mesías
podría ser el día de su entrada en ciudad santa
pero aquí falta la madera del templo y los ramos de olivo
es apenas un sucio callejón de las afueras
y no lo reconocen
nunca
lo hubieran imaginado de ese modo/ les pregunta
si es por él que esperan en ese lugar tan apartado y solo
pero dan vuelta la cara
tampoco está él todavía
podría decirse que duerme/ lejos
que todo no es más que un leve estremecimiento
en medio de un mal sueño
pero debajo de la túnica
de uno de ellos comienza
el movimiento del brazo
que trazará un arco
se tensará en silencio
y encontrará el cuerpo
nueve años más tarde
en ostia
desangrado

(Passolini estrena El Evangelio según San Mateo)

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