jueves

1999

-I-

el dragón ha despertado y furia
es lo que oímos esta noche
en vano la ciudad saca sus escudos
negra caparazón de escarabajo
en vano complicados mecanismos
refrescan
la cristalina superficie
el dragón ha despertado y doncella
es el nombre de su precio
sólo el señor puede calmarlo
arrancando su tributo del sigilo nocturno de la sala naranja
pero ha muerto
hace tres siglos zaharías
señor del hrad y protector
de la ciudad que tiembla porque el dragón
ha despertado y despedaza
hambriento
la ciudad y sus escudos

-II-

es mi alma
hace ya tiempo
la que ha desplegado sus escudos negros

(lucen mejor
cuando el azul es más violento y corta
en frío
la sangre)

es mi alma la que ves sentada en el borde de esa cama
no me acompaña a todas partes
es apenas necesaria
ya casi nada

los azules son como un fogonazo de mercurio
sobre las copas de islandia
y las escaleras mecánicas

inmóvil
como una muchacha eslava que mira el cráneo de su padre
la noche
quieta
recoge lo que ha quedado de la fiesta

(Escuchan un dragón en Brno)

Pulse aquí­ para leer el siguiente poema