jueves

1990

cuando ella salía
de la vieja casa de rené boulanger y se perdía en los grandes bulevares
detrás del aroma escondido de unos buñuelos de crevette que vendían al
peso en el comedero tailandés
encontraba
las señas inequívocas de ese cierto aire de varsovia en ese color y sus
grandes botones de carey que contenían el desborde
cuando buscábamos la grieta íntima en el invasivo entorno de los
conglomerados urbanos
que volvían más profundo todavía el tatuaje que se iba
dibujando
en cada roce
mínimo
en que me ataba
con una imagen

papel de arroz el mundo es un encierro de sombras chinas
a ciegas la busco entre siluetas
la oscuridad está hecha
para el tacto de la mirada/ que le descubre la sombra/
papel de arroz en cada costado de la noche/
entorna/ su doble
parece golpear con sus dos puños el borde
de lo claro/ quiere que vea la forma

(Kieslowski estrena La doble vida de Verónica)

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