viernes

1911

es domingo en praga cuando la metálica silueta de los pabellones de la
exposición universal reciben a noviembre con el frío esplendor de
bohemia
devoradora de almas una canoa deriva sin remero en el vltava
se ha ido
aunque parezca ser suya esa silueta que rema
más tarde el remero
no estará tampoco en el café de mala strana
ni en la academia de comercio
aunque se esté viendo ahora mismo en esos sitios
el paño oscuro de su traje de abogado litigante
el esferado sombrero
el arrugado escudo de la camisa blanca/
es domingo en praga
y en toda praga no es posible encontrar
al que nunca la había dejado ningún otro domingo

lejos
sentado en la oscuridad de la sala
sediento y quieto como un murciélago
escucha y mira el turquesa del empapado río
espera por ella
no deja
que nadie la toque
parece que también ella está en donde parecen verla
aparenta llevar con gracia los vestidos
el maquillaje de klimt como una máscara que disimula lo ausente
sin embargo
la vidriosa mirada debería delatarla
revelar
que viaja
recostada en su hombro
canoa mecida por el movimiento de los trenes que llevan al norte
mordida en donde más duele
agrietada por el penetrante aire del vltava

(Kafka rema en Praga)

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