martes

1948


era el año en que por veinte centavos podía comprarse la imagen de una
pelirroja de california con una rodilla hincada en la playa/ cuatro dedos
de una de sus manos ayudando en la tarea de mantener el equilibrio/ un
bikini con franjas azules/ delgada/ vegetación oceánica asomando entre
la arena/
por cinco centavos menos/ un año antes/ podía conseguirse todavía un
primerísimo plano de rita hayworth o elizabeth taylor/ tan bella estaba/
con el hombro izquierdo casi desnudo/ la boca/ perfecta/ delineada/ y un
pendiente de madreperla/ nada decía la portada de life que ilustraba el
verano / del oficinista nacido en baltimore que se hubiera casado un par
de años más tarde con la pelirroja de california de no haber sido por la
inesperada aparición de una bala en la frente/ a pocos
pasos del paralelo treintayocho/ en el vértice equivocado del perímetro
de pusang/ nada sabían/ en las playas de california de la emboscada de
handong/ trescientos quince soldados del veintinueve de infantería ya
no se casarían con las sedosas pelirrojas cuyo recuerdo/ haciendo
equilibrio con cuatro dedos de una mano/ -el quinto desapareció entre el
barro de yongdok -/
la rodilla hincada en la playa de desembarco/ elizabeth se perdía/ tan lejos/ de la delgada vegetación que asomaba entre la arena

(Life veranea inocente mientras se prepara la guerra de Corea)

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